Opinión
A fines del año pasado Andrea Precht tomó una decisión compleja: sacó a sus dos hijos, de 13 y 11 años, del colegio, para educarlos ella en su casa. El nombre técnico de lo que hizo es desescolarizar y en una próxima entrevista abordaremos en profundidad los motivos que tuvo y cómo ha sido esta experiencia. Pero adelanta en esta columna que, respecto de la lectura sentía que la enseñanza escolar encajonaba a sus hijos en modelos muy básicos.