Opinión
El ministro de Educación, Joaquín Lavín, quiere replicar lo mejor de Finlandia en Chile, para mejorar nuestra educación. Sin embargo está tomando decisiones exactamente en la línea contraria. En esta columna, la economista Claudia Sanhueza demuestra por qué los liceos de excelencia van en la línea opuesta al modelo finés, cuya propuesta se basa en la no selección y en que todos obtengan buenos resultados. Sanhueza recuerda también la mala experiencia de los ingleses, los primeros en crear y dar de baja estos liceos "para los mejores".